En GMC Abogados hemos recibido una Sentencia por la que, tal y como nuestro despacho defendía, se reconoce que la fecha en que los bienes adquiridos por los cónyuges dejaron de convertirse en bienes gananciales, no tuvo lugar al momento del divorcio como ocurre normalmente, sino tres años antes. Para entendernos, que aunque el matrimonio seguía vigente durante esos tres años, el salario que él conseguía con su trabajo, era solo de él y ya no tenía que compartirlo con la mujer. Ello al concurrir los siguientes requisitos:

 1) El matrimonio había dejado de convivir hacía 3 años, es decir, ese cese de la convivencia se prolongó durante mucho tiempo,

 2) El marido y la mujer llevaban vidas económicamente independientes (por ejemplo, cuentas bancarias separadas); y

3) Esta situación no fue considerada por Su Señoría contraria a la buena fe ni existió abuso de derecho. 

Esta decisión, conlleva importantes y positivas consecuencias económicas para nuestro cliente, al considerarse que el dinero percibido con su trabajo durante esos tres años, le pertenece en su totalidad, exclusivamente a él.