Cuando una pareja se separa, el uso de la vivienda se lo queda quien tiene la custodia de los hijos menores. Pero ¿qué ocurre cuando cumplen los 18 años y empiezan a tener ingresos propios de cierta cuantía? 

El Tribunal Supremo, en sentencia de 12 de febrero de 2014, determina que la atribución del uso de la vivienda no puede mantenerse de forma indefinida.

Si los hijos mayores de edad o emancipados con ingresos propios ya no viven en el domicilio familiar, no se pierde de forma automática el uso de la vivienda por quien tenía la custodia pero tampoco se privará sin más al otro progenitor respecto a su derecho a usarla. Y tampoco para el caso de que los hijos mayores de edad decidan convivir con el otro padre o madre.

En esos casos se avaluará cual de los padres propietarios de la vivienda constituyen el “interés más necesitado de protección”. Y se fijaría un tiempo prudencial analizando la situación de cada uno con igualdad así como sus circunstancias económicas a fin de asignar la vivienda al que resulte más desfavorecido.